Estaba en mi casa junto a mi familia terminando de cenar. Eran mas o menos las veintitrés y media , y de repente suena el teléfono. A mi mujer le pareció raro. Pensó qué era una compañera de su trabajo, pero no. Cuando ella atendió, me miró con cara de asustada y yo enseguida presentí que algo malo había pasado. Luego que mi mujer terminó de hablar, me comunicó la trágica noticia, que mi papá había sufrido un accidente. Al principio no entendía mucho la situación, no sabía bien lo que le había pasado a mi viejo. A las veinticuatro me comuniqué con el hospital "San Juan", de dónde me habían llamado recientemente, y me informaron que estaba muy grave y que el accidente había sido por su adicción al alcohol. Con mi mujer estuvimos charlando sobre el tema, y me dijo que vaya a visitarlo. Yo no estuve de acuerdo ya que a pesar de que sea mi padre, el nunca quiso dejar el alcohol por mi.
Luego reflexioné y decidí ir a verlo al hospital. A las dos de la mañana llegué al hospital, para pasar a saludarlo, pero como estaba dormido, no lo quise molestar, y fui a preguntarle al medico el diagnostico de mi padre.
miércoles, 22 de octubre de 2008
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